martes, 7 de febrero de 2012

Reconciliaciones con la vida

Pasé la mano por debajo de las sabanas, el hombre con el que había compartido cama aquella noche había desaparecido, como casi todos hacian. Levanté la cabeza con desgana, una nota sobre mi mesilla rezaba "Lo he pasado bien esta noche pero debo irme, he quedado con mi mujer para desayunar" y con un simple "adios" acababa lo que había sido una noche de pasión. Me dio igual, ni siquiera recordaba su cara, eran demasiadas noches ya como para recordarlas todas.
Me levanté de la cama arratrando los pies, de nuevo me encontraba en la habitación de un hotel, con una gran resaca y la ropa tirada por el suelo. Me dirigi al baño, sin recoger nada, necesitaba despejarme y arreglarme un poco antes de salir a la calle. Encendí la luz. Aquella era yo. Una mujer de veinte años que aparentaba cuarenta, con ojeras de no dormir y físicamente destroza, de repente algo me hizo romper a llorar. Quizá el alcohol que todavía no había podido asimilar, quizá el recurdo de una noche perdida mas, quizá el ver en que me había convertido o simplemente la imagen de aquella jeringuilla sobre el mármol, intenté recordar, luces, sombras musica, ruido, todo se mezclaba, nada estaba claro.
Que me había pasado, me pregunté viendome de nuevo reflejada en el espejo, ya sin maquillar. Que había sido de aquella prometedora estudiante universitaria, con novio formal y una familia. Como en un par de años había canviado tanto mi vida, desde la muerte de mi padre no levantaba cabeza. Primero dejé de hablarle a mi madre, sin saber muy bien porque, y sin saber como empecé a canvia horas de estudio por horas de fiesta, mi pareja me dejó, por haberme convertido en aquello que él siempre había odiado, me echaron del trabajo y de mi piso alquilado, ya no podía pagar, y ahora estaba allí, en el lavabo de otro hotel que no había tenido que pagar, delante de un espejo que me gritaba toda la verdad que intentaba esconder tras todo aquel alcohol, aquella música y aquellas noches sin dormir, intentando reconciliarme conmigo misma. Como tantas otras veces lo había intentado...


.....quien sabe si esta vez lo conseguiré

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